Erase un paquete dirigido al monte Olimpo, pero sin destinatario concreto. Como rey del Olimpo, Zeus decidió revisarlo primero, pero Hera se adelantó para revisarlo antes (podría ser un regalo de alguna amante de su esposo) y vio que era una vasija cerámica decorada con imágenes de una peculiar flor amarilla.
—¡Ajá! Conque recibiendo regalos de tus amantes —le espetó la diosa a Zeus justo antes de romper la vasija en su cara. Pero esta contenía una infusión de la dichosa flor, cuyo aroma se dispersó por todo el Olimpo.
Desde entonces, los dioses se apaciguaron tanto que fueron olvidados.
Este relato participa en Escribir Jugando de Lidia Castro. (100 palabras).
Planeta turquesa 
Me encanta, Galaxi 😃 Es muy ingeniosa el uso de los elementos y cómo muestras el efecto de la flor, con el olvido de los dioses. Muy buen trabajo. Gracias por tu aporte en el desafío. Que tengas buen día. Un abrazo grande.
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